domingo, 27 de noviembre de 2016

Rumbos del barco respecto al viento


Los rumbos que adoptamos con el barco de vela, respecto al viento que incide sobre él, reciben los siguientes nombres:
  • de ceñida Consiste en navegar con el menor ángulo posible contra la dirección del viento. En función del barco, del aparejo y de las velas, el rumbo de ceñida puede variar entre los 40º y 45º. No se puede navegar con los barcos habituales con menor ángulo respecto al viento, las velas flamearán. Con el rumbo de ceñida las velas irán más cercanas a la línea de crujía, con las escotas muy cazadas. Una ceñida al mínimo de ángulo se denomina ceñida a rabiar. Para poder navegar en contra de la propia dirección del viento, debemos ir cambiando el rumbo de ceñida de una amura a otra, tal y como veremos más adelante
  • a un escuartelar: aumenta el ángulo del viento un poco más desde el de ceñida, más o menos a unos 60-70º respecto al viento. También podemos decir que es un ángulo intermedio entre un rumbo de ceñida y el siguiente rumbo, el de través. Las velas van algo más abiertas que en rumbo de ceñida y las escotas más amolladas.
  • de través: el ángulo de incidencia del viento es de 90º, lo recibimos por el través del barco. Las velas las mantenemos más abiertas. El extremo de la botavara estará sobre el través del barco. Hasta este momento los rumbos erán contra el viento, a partir de aquí los vientos son portantes
  • a un largoel ángulo de incidencia del viento es de unos 120º con respecto a la línea de crujía. Ya llevamos un rumbo portante, las escotas estarán amolladas para abrir más las velas, la mayor saldrá fuera del barco.
  • de aleta: formaremos un ángulo de unos 150º respecto al viento. Amollaremos más las velas
  • de popa redondael viento entra por nuestra popa y navegamos en la misma dirección del viento, es decir, a 180º de la dirección del viento. Para navegar rumbo de popa redonda, se largan las escotas y velas al máximo. A veces podemos colocar la vela de proa a una banda y la mayor a otra, esto recibe el nombre de navegar a orejas de burro.
Hay una serie de reglajes básicos que hay que realizar en las velas para adaptarse a cada rumbo. Además hay que realizar continuamente una serie de ajustes más finos para asegurar el correcto trimado de las velas. Así podremos sacar el máximo partido en cada momento al barco, adaptándonos a las variaciones de viento y mar.
Cada uno de los rumbos respecto al viento tiene unas ventajas y unos inconvenientes, en conjunción con la situación de viento, mar y otras circustancias que deben conocerse para decidir el rumbo a seguir.

Vocabulario esencial para entender las maniobras

- Barlovento: la parte de donde viene el viento, con respecto a un punto o un lugar determinado.
- Sotavento: el lado contrario de donde viene el viento.
- Cuarta: nombre de cualquiera de los 32 rumbos o vientos en que está dividida la rosa de los vientos, correspondiendo a cada uno 11º 15'. 
- Arribar: alejarse del rumbo del viento. Dar al timón la posición necesaria para que el buque gire a sotavento. Llegar el buque a puerto.
- Ceñir: navegar en contra del viento en el menor ángulo posible. Navegar de bolina.
- Orzar: hacer girar el buque, llevando su proa desde sotavento a barlovento. Acercar el rumbo al viento.
- Demora: La dirección o rumbo en que se halla u observa un objeto, con relación a la de otro dado o conocido. Igual a marcación y arrubamiento.
- Braza: Cabo o aparejo que sirve para bracear una percha y que va sujeto al penol de la misma.
- Bracear: Halar de las brazas por cualquiera de las dos bandas, con el fin de que las vergas giren horizontalmente hasta apuntar en la dirección deseada.
- Amura: punto medio del buque entre la proa y el través del mismo.
- Aleta: dirección intermedia entre la popa y el través (a babor o a estribor).
- Través: la dirección perpendicular al costado del buque.
- Bordada: camino recorrido por un velero a un rumbo de bolina entre cada virada; cuando es muy corta se llama repiquete.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Las mejores escuelas de vela

España es un país con una gran tradición marinera, y toda la costa está repleta de clubes náuticos con escuelas de vela. No obstante, la calidad de la formación que ofrece cada centro de formación es bastante dispar. Así que si estás dispuesto a pagar un curso y obtener un título homologado, vale la pena que conozcas cuáles son las mejores escuelas de vela del país y del Mediterráneo, donde podrás aprender de los profesores más expertos.

Las mejores escuelas de vela





Vídeo sobre los conceptos básicos de la navegación a vela


jueves, 17 de noviembre de 2016

Un poco de historia sobre la navegación a vela

La navegación a vela ha tenido un papel muy importante en la Historia de la humanidad. Desde las primitivas barcas de los antiguos egipcios hasta los perfeccionados clippers construidos en Inglaterra y Estados Unidos durante el siglo XIX pasando por las míticas carabelas que llevaron a Cristóbal Colón hacia el descubrimiento de América, los distintos navíos de vela que han surcado mares de todos los continentes en tiempos de paz y guerra.
La historia cuenta que los egipcios fueron Los primeros constructores de barcos de Los que se tiene noticias. La primera fuente gráfica de estas naves data de alrededor del siglo XXX a .d. C. Se piensa que no sólo los utilizaban para navegar por el Nilo, sino que también se lanzaron al mar abierto, ya que existen indicios que señalan su presencia sobre los mares en pinturas murales de más de 3.000 años de antigüedad.
Otro pueblo de gran importancia en la historia de la navegación fueron los fenicios, reconocidos como muy buenos marinos, quienes no sólo construyeron barcos mercantes capaces de transportar cargas considerables, sino también buques de guerra mayores y más efectivos que cualquiera de los fabricados por sus contemporáneos, los egipcios y los egeos.
El poderío naval de Grecia fue enorme hasta el siglo IV a. de C. Luego, Cartago y Roma emprendieron una larga lucha por el dominio del mar. En el siglo IX los normandos o vikingos se convirtieron en el terror de los mares septentrionales.
Durante los siglos XV y XVI aparecieron muchos tipos de naves: carracas, carabelas, pinazas, saicas, galeones, etc. El uso de la brújula se generalizó y posibilitó los viajes cada vez más largos Se construyeron buques de unas mil toneladas. La nave Santa María, que llevó a Colón y a sus cincuenta y dos hombres al Nuevo Mundo, media treinta metros de eslora. Los buques mercantes y de guerra ingleses crecieron en número y tamaño durante los reinados de Enrique VIII e Isabel I.
Las carracas, que españoles, portugueses y venecianos usaban para transportar mercancías, tenían a menudo cuarenta metros de eslora. Los barcos de guerra mayores de la época, dotados de cuatro mástiles, desplazaban mil quinientas toneladas. Los franceses sobresalieron en la arquitectura naval. Sus naves aventajaron en tonelaje y velocidad a las de otras naciones, sobre todo en los siglos XVII y XVIII.
El tráfico oceánico creció en los siglos XVII y XVIII, cuando los ingleses, portugueses y holandeses intensificaron la búsqueda de productos orientales. Las naciones europeas crearon compañías comerciales rivales: La más famosa fue la Compañía Inglesa de las Indias Orientales, fundada en 1600. Los barcos des carga solían ser más anchos y lentos que los de guerra, e iban menos armados.Al incrementarse el comercio con Oriente, se necesitaron naves más rápidas para el transporte de té, especias, café. Así nacieron los afamados clippers cuya temprana llegada a destino significaba un mejor precio para La mercadería y un mejor negocio para La compañía que arribaba primero.